https://doi.org/10.24844/EM3203.00
Luis Manuel Aguayo
En su célebre libro El valor de educar, Fernando Savater nos dice que los terrores de cada época suelen ser los que esta merece, pero no siempre son los peligros que en realidad la amenazan. Los terrores de los parisinos al final del siglo XIX, sigue mencionando Savater, tenían que ver con la invasión de los cosacos, la perversa doctrina del neokantismo o la moda de incinerar a los cadáveres. Paradójicamente, la preocupación por estos no dejó lugar para imaginar ni prevenir el surgimiento del nacionalismo, de los fundamentalismos o el desarrollo de nuevas armas de exterminio masivo, estas sí, fueron amenazas que oscurecieron el final del siglo XX.